La IA dentro del colegio, una forma de aprovechar la tecnología para generar una evolución hacia el futuro

 


Mientras el debate actual en la Argentina está atravesado por el uso del teléfono móvil en las escuelas primarias y secundarias no es novedad que gran parte de los estudiantes adolescentes han nacido con un teléfono inteligente en la mano.  Es por ello que esta tecnología está integrada a su vida de manera orgánica y natural y ya no se trata solamente de una manera de socialización, sino una herramienta más para la gestión de su día a día.


“El objetivo debería estar dirigido en educar a los jóvenes en el uso responsable de las tecnologías y no en prohibir o demonizar las mismas”, asegura Álvaro Higes, fundador de Luzia, la app asistente personal con Inteligencia Artificial (IA) más difundida entre los argentinos.


Según datos aportados por la compañía, su asistente personal se ha convertido en un gran apoyo para las actividades cotidianas -como las tareas diarias- y se ha transformado en un aliado que garantiza que nadie quede atrás en este mundo en evolución.


En este sentido, la introducción de los teléfonos inteligentes como una herramienta más en las escuelas, tendería puentes entre docentes y alumnos, aprovechando las bondades de la misma y normalizando la realidad de que los teléfonos móviles son prácticamente una extensión de nosotros mismos.


Adicionalmente se optimizaría la atención personalizada que los alumnos requieran y que es prácticamente imposible ofrecer debido a la falta de recursos en las escuelas. Servicios como Luzia, al tener una utilidad concreta de refuerzo de estudios, no generaría grandes distracciones y serviría como un refuerzo a la clase que están presenciando.


Con el asistente de IA de Luzia los alumnos pueden obtener explicaciones detalladas y tantas veces como sea necesario, de una forma que un maestro no tiene capacidad, tiempo ni muchas veces paciencia para ofrecer.


Además, su accesibilidad democratiza e iguala el acceso a la educación: Un 97% de los argentinos poseen un teléfono móvil inteligente. Herramientas gratuitas como Luzia, solucionan la falta de capacidad para acceder a tutores privados, muchas veces imprescindibles para apoyar lo que no se consigue en una hora de clase y que los alumnos y padres no pueden conseguir por sus propias vías.


Una menor cantidad de tiempo dedicada a la búsqueda tediosa de información, desemboca en que la experiencia de estudio deje de sentirse impositiva. Liberar tiempo en procesos para realmente tener la capacidad de entender conceptos o fórmulas, no solo favorece una mayor absorción de los mismos, sino que fomenta la curiosidad y las ganas de aprender por libre decisión.


En la Argentina, Luzia cuenta con una comunidad de casi dos millones de usuarios, siendo un actor sumamente relevante en un universo que alcanza los 15 millones a nivel mundial, según datos de la compañía.

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