La inseguridad informática alerta a las empresas y a los gobiernos. Cómo está Argentina en materia de ciberseguridad y de qué se trata la solución criptográfica a la que apuestan IBM, Microsoft e Intel, entre otras.
La contratación de servicios especializados en ciberseguridad se volvió una necesidad vital para la protección de información en los últimos años. Aun así, la proliferación de ciberataques es constante a nivel mundial. Argentina recibió más de 260 millones de intentos de ataque en el primer trimestre de 2024, según un informe realizado por la empresa Fortinet.
La propia administración pública sufrió varios ataques. A mediados de abril, por ejemplo, un grupo de hackers ingresó a la base de datos de la Agencia de Seguridad Vial y obtuvo acceso a más de cinco millones de licencias de conducir. En febrero, algo similar había ocurrido con el robo de más de 80 mil claves fiscales de AFIP y otras tantas miles de fotografías del Registro Nacional de las Personas.
“Argentina viene un poco retrasada en comparación a otros países de la región. Por ejemplo, Colombia tiene tres políticas nacionales de ciberseguridad, Brasil también tiene una política que aborda estos problemas, e incluso Chile es pionera en la región con sus leyes”, cuenta Marcela Pallero, directora del Área de Seguridad en Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Fundación Sadosky.
Las nuevas estrategias de delitos, que incluyen inteligencia artificial, dificultan las tareas de cuidado. En ese sentido, la ciberseguridad cobra un valor fundamental. “La falta de seguridad informática puede tener sus impactos en los países, en las organizaciones, en las empresas y en las personas”, remarca Pallero. Frente a dicha problemática, una tecnología basada en el origen de las criptomonedas aparenta brindar nuevas soluciones.
De las criptomonedas a la ciberseguridad
Los expertos explican que no debe confundirse la solución criptográfica con la tecnología blockchain de las criptomonedas. Las blockchain son muy populares en el mundo bitcoin pero tienen puntos vulnerables que suelen ser noticia, como fue el caso del programa malicioso llamado “NKAbuse”, detectado por la compañía de ciberseguridad Kaspersky. En cambio, las redes criptográficas utilizan diferentes tecnologías para integrar todas las herramientas disponibles.
La criptografía tiene un sinnúmero de posibilidades y aplicaciones. Hoy en día grandes empresas como Microsoft, IBM e Intel promueven y utilizan algún tipo de cifrado para la transacción de información. Los sistemas criptográficos no son nuevos, fueron utilizados primitivamente con máquinas de principios del siglo XX durante la Primera Guerra Mundial.
Fueron pensados para ocultar comunicaciones secretas y su funcionalidad fue rescatada recientemente en el fenómeno de las criptomonedas. “La demanda cada vez es más alta por encontrar un sistema de ciberseguridad completo e integrado, que hoy en día se puede suministrar perfectamente a través de una red de comunicaciones encriptadas”, explica Sergio Marin, CEO de PAIP Cybersecurity, especializada en soluciones basadas en software.
A las redes encriptadas se sumaría una base de datos cifrada y una central de monitoreo, seguridad y defensa que protege todas las transacciones. En este modelo, la información se transmite a través de nodos con protocolos estrictos, “idénticos a los que INTEL está utilizando en sus chips de última generación y se divide en diferentes paquetes para dificultar su intercepción”, agrega el directivo.
El sistema también incluye una base de datos con un sistema de cifrado homomórfico, que tanto IBM como Microsoft ya están promoviendo como la próxima generación en protección de datos. Por su parte, PAIP trabaja en desarrollar un sistema bajo estas premisas, buscando una inmunidad 100% contra los ciberataques, que en la actualidad representan a escala global el 1.5% del PBI mundial según la publicación Red de Seguridad.
Por su parte, PAIP trabaja en desarrollar un sistema bajo estas premisas, buscando una inmunidad 100% contra los ciberataques, que en la actualidad representan a escala global el 1.5% del PBI mundial según la publicación Red de Seguridad.
Por su parte, “Cybersecurity Ventures” estima un crecimiento del 15% anual llegando a los 10,5 billones de dólares para el 2025. Básicamente, el cibercrimen apunta a ser la tercera economía más grande del mundo y con un control muy deficiente a nivel gubernamental. Los nuevos sistemas de ciberseguridad, basados en las redes encriptadas, apuntan a resolver un contexto de extrema vulnerabilidad informática, tanto a nivel local como internacional.