El CEO de Tesla, Elon Musk, dijo ayer que los fabricantes de automóviles chinos son "las empresas automovilísticas más competitivas del mundo" y "tendrán un éxito significativo fuera de China."
Las declaraciones se producen en un momento en que BYD, fábrica china de autos con sede en Shenzhen, y respaldada por Warren Buffett, no sólo ha conquistado su territorio, sino que también está haciendo incursiones en otros mercados. En diciembre se comprometió a abrir una fábrica en Hungría, su primera planta de producción de turismos en Europa.
La creciente competencia de BYD y otros fabricantes chinos ha provocado una investigación antidumping por parte de las autoridades de la UE que podría desembocar en la imposición de aranceles más elevados. Y Musk, que en su día se mofó de las marcas chinas de vehículos eléctricos, cree que ahora suponen una amenaza existencial.
"Francamente, creo que si no se establecen barreras comerciales, acabarán con la mayoría de las empresas automovilísticas del mundo", dijo Musk.